Parece que la esperada presentación del nuevo album de Björk, Volta, en la
Granja de San Idelfonso (Segovia) no será un acto gratuito, como otros años, y el caché o quizás el glamour de la islandesa han disparado los precios a nivel de Ópera snob (hasta 150 euros). A los que nos gusta la música de Björk, empezamos a entender las críticas a sus aires de diva del siglo XXI que parece deben ser reflejados en entradas a precio de mostruos del Rock.
Cuando compré las entradas para el concierto de las Ventas, me arrepentí al enterarme de que quizás el concierto de La Granja iba a ser gratuito, pero ahora (después de tantas especulaciones sobre este concierto) quizás me deshaga de todas las entradas y me quede sin ración de super-diva, igual que renuncié a ver a su amigo Anthony and the Johnson.
Son conciertos que me interesan, pero igual que nuevos grupos con propuestas mucho más interesantes y que llegan más emocionar por su música y no porque te vacíen los bolsillos.
En Madrid ya estamos acostumbrados a que los presupuestos culturales se destinen a la M-30 o, pero aún, a pagar las fianzas a tonadilleras mafiosas aunque seguramente a muchos también les fastidiaría que se hubiera financiado a este tipo de estrellas 'alternativas'. Mejor que cada uno se pague sus lujos.
Dónde vas tunante...
màc